martes, 30 de octubre de 2012

Preparativos

Y todo sigue en marcha. Desde que supimos la noticia del cambio de ciudad he visto a mi novia como cuatro veces, sólo los fines de semana. El resto de la semana la pasa en "giras" por las ciudades que cubre su puesto y revisando presupuestos y negociando contratos para el próximo año. 

Yo por mi parte, con mucho trabajo. Tuvimos un evento grande, un viaje de una semana para capacitación, y los preparativos para estos meses, que son bastante cargados. 
Dentro de todo eso lo más desesperante es que todo hay que arreglarlo por teléfono, porque no hemos tenido tiempo para sentarnos a hablar de cómo haremos el cambio y organizarnos. Por lo pronto sabemos que lo mejor será que me quede en mi puesto hasta terminar diciembre, porque de cualquier manera es un mes malo para ponerse a buscar trabajo y un mes más de mi sueldo nos serviría bastante.
El padre de mi novia ha accedido a prestarle el dinero que hace falta para que liquide su coche, por lo que ya sólo tendremos que pagar el mío, y eso es un desahogo con los gastos, sobre todo porque por un tiempo tendrá que cubrirlos todos ella, mientras puedo colocarme de nuevo.

Lo más urgente por ahora es buscar un lugar para vivir. Entre mi trabajo y las giras de mi novia no hemos tenido tiempo de hacerlo, pero el tiempo se viene encima y más vale irlo buscando. Este viernes trabajo medio día porque es Día de Muertos (para los que no saben lo que es, prometo un post), y pienso pedir el sábado para alcanzarla allá el fin de semana y dedicarnos a buscar. Ya les platicaré qué encontramos.

Pero en realidad, lo que me tiene más nerviosa es el momento de decirle a mis padres que me voy. O por qué me voy. O con quién. O todo junto.

Cuando mi mamá se enteró de mi relación con otra mujer, (y entendamos se enteró como que se lo dije, porque saberlo lo sabía) la reacción fue poco menos que catastrófica. Yo tenía terror de confrontarlo, porque conozco a mi madre. Yo sabía que ella no iba a reaccionar bien, no esperaba que lo entendiera, ni que le gustara, ni que lo aceptara, pero eso no evita lo lastimada que me sentí y que todavía me siento con su respuesta. Nunca se me va a olvidar que lo único que dijo y siguió repitiendo la semana que duró sin salir de la cama más que para insultarme fue: "prefiero morirme".
Hasta antes de eso mi madre era alguien dura y muy poco expresiva, que aprendió de su propia madre que había que hacer sentir a los demás culpables para que no se fueran, para que la quisieran a una. Pero yo la quise igual. Yo crecí con la omnipotencia de las palabras de mi madre, yo valoré su opinión como única verdad siempre. Y el día que su opinión fue que yo era tan poca cosa para ella que prefería morirse, mi mundo se derrumbó. Me costó y me cuesta mucho cada día el darme cuenta de que para ella ya no formo parte de su familia. Y es raro, porque una parte de ella se siente mal por eso, pero no puede o no quiere cambiarlo. No me llama nunca, más que para reclamarme porque no la he llamado, pero no es el tono amoroso o siquiera lastimero con que lo hacen muchas madres. Ni siquiera es un chantaje. Sólo es el comentario hiriente para recordarme que yo la abandoné, que yo la "cambié" por otra, que yo no me preocupo por ella por culpa de "esa". 
Y yo me muero de tristeza. Me duele sentir que no le interesa mi vida, que no quiere saber nada, que cuando estoy con ella tengo que cuidar lo que digo: compré en vez de compramos, hice en vez de hicimos, para no provocarle un disgusto que haga que quiera morirse otra vez. Y quizás lo que más me duele es que es la primera vez que me siento tan contenta con mi vida, y no puedo contárselo a ella.

En fin, a seguir con los preparativos, a esperar lo mejor de cada cosa, a soñar como siempre que un día cambiará la cosa. A amarrar los nervios que se me hacen nudo de pensar en contarle lo del cambio a ella. Tengo miedo. El rechazo viene otra vez.

Besos amargos.

4 comentarios:

  1. Pues no es nada fácil pero hay momentos en la vida en que una tiene que seguir adelante aunque eso implique dejar atrás a gente a quien quiere muchísimo... les deseo toda la suerte del mundo. La ventaja es que están juntas en este cambio y eso fortalece :)
    Te he visto comentar en el blog de encantada :)
    Yo misma estoy inmersa en un proceso de cambio forzoso... no hay de otra, es la vida :)
    Si quieres, pásate por mi blog :)

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  2. Pienso igual, hay momentos en la vida que por muy injusta que sea la situación una tiene que seguir adelante y luchar por lo que realmente le importa...
    Me entristece el leer como le afectó a tu madre la noticia de la existencia de tu relación con una mujer, espero que algun dia se de cuenta de lo feliz que es su hija y pueda disfrutar esa felicidad!

    Un saludo!

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  3. Gracias chicas! No cabe duda que cuanto más difíciles se ponen las cosas no queda más que echar pa'lante! Gracias por sus comentarios, la aventura sigue.

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  4. Hola!!!!!Bueno creo que lo que pasa con tu madre es una historia que hemos vivido muchas de nosotras, te leo y recuerdo cuando yo tuve que decirselo a la mía y ella tambien se lo tomó muy mal, ahora no se si ya lo superó pero por lo menos me respeta y te puedo decir que hasta comienza a querer a mi pareja, le llama en su cumple, le da regalitos, le manda mensajes cuando hace frio para que no olvide llevarse la chamarra, en fin...nos ha costado AÑOS y muchísimas discusiones pero poco a poco al verme feliz ha tenido que modificar un poco su manera de ser, te aseguro que este proceso aunque doloroso por ahora va a tener un final feliz cuando se de cuenta de que tu estas bien, mucho animo y fortaleza, lo que se viene sé que va a ser difícil pero echale pa´lante, no te rindas y defiende lo que quieres, un fuerte abrazo...

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Déjame leerte. Dulce o amarga.