lunes, 4 de febrero de 2013

Ama de Casa

Y así sin más ya llevamos un mes instaladas en el 2013. También llevamos un mes en la nueva ciudad. Y también, desde hace un mes, me he vuelto ama de casa.
Cuando terminaron las vacaciones y mi novia volvió a su trabajo yo me volví a la realidad: estoy desempleada. Y no sólo desempleada, sino sola en una ciudad que no conozco y lo peor, donde no conozco a nadie.
No es que yo sea precisamente un ejemplo de popularidad, pero lo más bonito de mi vida es la gente con la que puedo compartirla, y aunque la ciudad nueva me encanta y es excitante descubrir cosas nuevas, extraño a mi gente.
Así que me he dedicado a buscar empleo y, para deleite de mi novia, a ser ama de casa. Todos los días cocino, arreglo, lavo, plancho la ropa (eso solo a veces), y todas esas labores domésticas que harían sentir orgullosa a mi abuela o a cualquier defensora del manual de Carreño. Mi novia viene a comer conmigo todos los días y después de pasar un año comiendo separadas es un cambio divino. 
Y bueno, tomo las cosas con calma. Tomará algún tiempo volver a colocar las cosas en su lugar: encontrar empleo, conocer mejor la ciudad, hacer amigos. Pero confío en que las cosas se darán de la forma más adecuada a su debido tiempo. Y mientras tanto disfruto de las cosas pequeñas para las que usualmente no tengo tiempo: cocinar, salir a caminar, cuidar de mi casa. Me gusta sorprender a mi chica con algo rico en la mesa, me gusta esperarla y recibirla con un beso, me gusta verla llegar agotada pero sonriente de volver a casa, a mi lado. Me gusta pensar que esto del asunto doméstico, aunque a veces no me guste tanto, también nos ayuda a crear un hogar.

Abrazos dulces.

1 comentario:

  1. Todo es tiempo... tiempo para adaptarse a las nuevas situaciones!! Aprovecha ahora que puedes dedicarle mas tiempo a tu novia... que luego con la rutina del trabajo será mas complicado!!

    Un abrazo!

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Déjame leerte. Dulce o amarga.